"El Origen de las Especies": 162 años de un momento bisagra

Por M. Alejandra Petino Zappala

Publicado el 24 Nov. 2021 11:50

Tiempo de lectura: 5 minutos.

A 162 años de la publicación de "El Origen de las especies", recordamos a Darwin, su influyente teoría y (por qué no) a su olvidado co-descubridor.


Hoy se cumplen 162 años de un momento bisagra en la historia de la biología: la publicación de la obra “El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida” (para los amigos, “El origen de las especies”) de Charles Darwin.

Aunque no fue el primero en pensar en la evolución (la idea ya estaba dando vueltas en la época) fue el primero en proponer, junto con Alfred Russel Wallace, el mecanismo de la selección natural como responsable de los patrones de variabilidad en forma y función en las poblaciones de seres vivos y, más importante aún, como explicación del surgimiento de nuevas especies.

El primer árbol evolutivo en las notas de Darwin. Fuente: Charles Darwin (diarios)

Darwin llevaba ya años recopilando material y armando un manuscrito que no dejase lugar a dudas (aunque cuando las había era capaz de reconocer sus limitaciones). Sabía que sus ideas serían difíciles de aceptar, lo que lo hizo postergar la publicación una y otra vez hasta que recibió noticias de que otro naturalista, Alfred Russel Wallace, iba tras la misma pista de la transformación de las especies y proponía un mecanismo similar. Como nadie quiere ser un segundón, Darwin decidió que debía publicar rápidamente su teoría. En Julio de 1858 los dos naturalistas hicieron una presentación conjunta ante la Linnean Society de Londres; ese año Wallace publicó su paper, titulado On the Tendency of Varieties to Depart Indefinitely From the Original Type (De la tendencia de las variedades a diverger indefinidamente del tipo original). El libro de Darwin, el que hoy celebramos, vería la luz un día como hoy, pero en 1859.

"El origen... etc etc etc".

La teoría (basada en un fenómeno que él llamaría "Selección Natural") incluía en primer lugar alguna forma de herencia, cuyo mecanismo todavía no era conocido -o mejor dicho, no por Darwin, aunque ya en Praga el monje Gregor Mendel se encontraba dilucidando sus propias leyes al respecto, que el naturalista inglés nunca llegó a conocer-. Lo que Darwin tenía claro era que los descendientes tendían a parecerse a sus padres, es decir, de alguna forma heredaban sus características. También había notado que en las poblaciones de seres vivos usualmente se podían ver características diferentes, y que éstas podían significar que algunos individuos sobreviviesen hasta la adultez y otros no, o bien que algunos dejasen más descendencia que otros. Esto en particular sería muy importante en el caso de que hubiese escasos recursos y los individuos tuviesen que luchar (literal o metafóricamente) por ellos. 

Con estos elementos, observados tanto por Darwin como por Wallace en distintos organismos (salvajes y también domesticados), se podía llegar a la conclusión de que las características de las poblaciones irían cambiando, porque algunos de los individuos sobrevivirían y tendrían descendencia por sus características "favorables", y las heredarían a sus hijos, mientras que otros no. Este fue, hablando de forma general, el mecanismo propuesto por los dos naturalistas.

Alfred Russell Wallace, el olvidado.

Muchos otros después se basaron en esta teoría, presentaron alternativas, complicaciones y complementos, pero sin duda el aporte de Darwin y Wallace fue definitorio para la historia posterior de la disciplina. Por algún motivo, tal vez su mayor eminencia previa y mejores contactos en el mundo científico, Darwin pasó a la historia como el solitario padre de la criatura. Pocos hoy recuerdan a Wallace.

Aprovechamos esta fecha, los 162 años de la publicación de "El Origen de las Especies", para recordar el paso por esparCiencia del malhumorado autor, sus banquetes filogenéticossu muy florida correspondencia y la complicada relación entre biología evolutiva y feminismo.

Darwin, representado como un gran glotón..


Si querés colaborar con esparCiencia, ya podés “comprarnos un cafecito”. Será de gran ayuda para que podamos mantener el compromiso en la comunicación de la ciencia y la tecnología.

Invitame un café en cafecito.app