Enterate de todo lo que pasó en la semana... ¡¡¡hay dinosaurios!!!
Sesgos letales en la tecnología contra COVID-19
Ya hemos hablado algunas veces de las manifestaciones del racismo en la ciencia, pero aunque algunas sean muy obvias (como creer que las personas difieren en su inteligencia de acuerdo a su origen o la apropiación de muestras biológicas de grupos vulnerados) otras son un poco más sutiles. Y aunque puede que ocurran de forma totalmente no intencional, demuestran que los sesgos siguen ahí, más vivos que nunca.
Un ejemplo reciente fue reportado en un paper de la revista JAMA Internal Medicine, en el que se demuestra que los oxímetros (aparatos para estimar el oxígeno en sangre, tan importantes para detectar casos graves de COVID-19) funcionan peor en personas de piel oscura que en la piel clara. Esto significó que muchas personas atendidas en hospitales durante la pandemia fueran enviadas a su casa a pesar de que tenían bajo nivel de oxígeno y deberían haber recibido atención hospitalaria. Según el estudio, los oxímetros podían ser hasta tres veces menos efectivos para detectar hipoxia dependiendo del color de la piel.
En parte, este sesgo puede haber contribuido a la letalidad desproporcionada que se registró en muchos países en grupos étnicos negros, hispanos o asiáticos. Por otro lado, los investigadores mencionaron que a pesar de que la falla en los aparatos era similar en los distintos grupos, los asiáticos recibieron mejor tratamiento que negros e hispanos, lo que indicaría que además del problema del oxímetro hubo un tratamiento diferente por parte del sistema de salud.
Este caso, además, no sólo muestra que las tecnologías no se diseñan ni prueban desde una perspectiva inclusiva, sino que además cuando las fallas son detectadas se les da escasa importancia: ya había reportes acerca del peor desempeño de estos equipos en personas de piel oscura, y sin embargo esto no se contempló en los hospitales. Un ejemplo que se agrega a una larga lista de desigualdades que muestran que, a diferencia de las personas que las sufren, las desigualdades siguen gozando de buena salud.
Aniversario del Banco de Datos Genéticos
El primero de junio se cumplieron 35 años de la fundación del Banco Nacional de Datos Genéticos (BDNG). Se trata del archivo público que contiene material genético y muestras biológicas de familiares de personas secuestradas y desaparecidas gracias al cual se han reconocido restos de desaparecides y se ha restituido hasta la fecha la identidad de 130 nietes buscades por Abuelas de Plaza de Mayo.
En 1987 y gracias a la sanción de la Ley 23.511 se creaba este banco que venía a saldar una deuda del Estado con las víctimas de la última dictadura y a seguir cementando la trayectoria de la genética argentina como herramienta para la defensa de los Derechos Humanos. Para conmemorar el aniversario se hicieron actividades en el Centro Cultural de la Ciencia, de las que participaron las autoridades del BDNG, Abuelas, nietes restituides y funcionaries.
Para conmemorar la fecha, se lanzó también el podcast del BDNG “historias de una búsqueda”. ¡Escuchalo en Spotify!
¿Dinosaurios de sangre caliente?
Las discusiones acerca de los dinosaurios siempre atrapan nuestra atención. Además de maravillarnos por los enormes tamaños a los que podían llegar, son una pieza clave en la evolución de las aves, lo que nos lleva a descubrimientos como que el Velociraptor (tan temible en Jurassic Park) era en realidad un bicho emplumado del tamaño de un perro mediano. No tan terrorífico, ¿eh?
Ahora le tocó el turno a otra polémica: ¿tenían sangre caliente o fría los dinosaurios? Sabemos que los reptiles vivos hoy en día son de sangre fría, es decir que su temperatura interna depende de la del medio (como atestiguan las fotos de salamandras e iguanas asoleándose para nuestra envidia). Por otro lado, en algún momento durante la evolución de las aves surgió la capacidad de regular la temperatura interna, y las especies presentes son todas de sangre caliente. ¿Qué habrá pasado en el medio con nuestros extintos amigos?
Hay evidencias a favor de las dos hipótesis. Por descender de los reptiles y conservar muchas de sus características, cabría pensar que debían tener sangre fría. Por otro lado, que hayan tenido plumas pero en su mayoría no hayan volado sugiere que las usaban para aislarse del medio y evitar perder calor, en cuyo caso serían de sangre caliente. Tantas evidencias había para un lado y el otro que hasta se propuso que fuesen de un tipo intermedio, algo bastante raro en la naturaleza, que ocurre en pocas especies actuales (apenas un puñado: algunos tiburones, una especie de tortuga, una especie de abeja, algunos monotremas y dos o tres mamíferos).
Los dinosaurios, aparentemente, no encontraron una solución universal. No debería extrañarnos, porque antes de extinguirse fueron enormemente exitosos, conquistaron ambientes diversos, con algunos del tamaño de una paloma y otros como el Argentinosaurus, el mayor animal terrestre conocido, del largo de casi dos colectivos. Según un estudio publicado a fines de mayo en la revista Nature, los primeros dinosaurios ya tenían sangre caliente, pero a lo largo de millones de años algunas especies perdieron esta característica. Para poder deducirlo, en este trabajo les investigadores inspeccionaron los fósiles de distintos tipos de dinosaurios para buscar “huellas” de su metabolismo y así pudieron detectar este interesante patrón. Sorpresivamente los grandes saurópodos habrían tenido sangre caliente, mientras que algunos de los herbívoros que cosechan mayor fanatismo (como el Stegosaurus o el Triceratops) perdieron esta característica.
Decomisan tapados de animales protegidos
El pasado 28 de mayo el hashtag #yaguareté estuvo presente en las redes sociales aunque no necesariamente por la detección de un nuevo individuo en territorio argentino, algo que suele celebrarse entre les ambientalistas, sino por un hecho lamentable: el allanamiento de un local de venta de indumentaria con pieles de animales en plena ciudad de Buenos Aires.
La Brigada de Control Ambiental (BCA) que depende del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable confiscó tapados, accesorios y zapatos confeccionados con piel de yaguareté, zorro, leopardo, chita, gato onza, cocodrilo, mono, ocelote, pitón y visón. Estos animales se encuentran amparados por la Ley de Conservación de Fauna Silvestre, siendo el caso del yaguareté (Panthera onca) muy relevante dado que es una especie en peligro de extinción crítico.
La denuncia penal fue presentada por Ambiente, bajo la Ley n° 22421 que establece una pena que va desde los dos meses hasta los dos años de prisión y la inhabilitación para aquellas personas que cacen animales de la fauna silvestre cuya captura y comercialización esté prohibida. El local fue descubierto por sus publicaciones en redes sociales, cualquiera de nosotres podemos denunciar casos similares. No debemos olvidar que el tráfico de fauna silvestre es delito, no seamos parte de la red.
Los nuevos billetes argentinos... y aquellos que no fueron
Animales autóctonos reemplazan a los próceres… ¡ah, no! eso fue en 2016, o al menos así se anunciaba entonces. Resulta que una nueva medida del Gobierno Nacional junto con el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidieron dar un nuevo diseño a los billetes argentinos. No hace mucho que el anuncio era el contrario, en el cual se confirmaba la impresión con diseño de animales bajo el lema “representación de la identidad nacional''.
Ahora en 2022, 6 años después, el discurso parece similar bajo la premisa de “recuperar las imágenes de aquellas personas que construyeron el país”, según afirmó el presidente Alberto Fernández.
La vuelta de los próceres contendrá el siguiente diseño, el billete de $1000 tendrá a José de San Martín, $500 María Remedios del Valle y Manuel Belgrano, $200 Martín Miguel de Guemes y Juana Azurduy y $100 Maria Eva Duarte de Perón. El BCRA explicó que los billetes volverán a su lectura horizontal de ambos lados, que conservarán su tamaño y podrán convivir con los diseños en circulación actual.
Esto nos puede servir para hacer un poco de memoria de los billetes "que no fueron", algunos de ellos relacionados con temáticas científicas con impronta nacional. Por ejemplo, en 2015 la ex presidenta Cristina Fernandez anunció la creación del billete de $100 “Memoria, Verdad y Justicia” en conmemoración a las Madres y Abuelas de plaza de Mayo. El diseño fue presentado en un acto oficial pero nunca llegó a estar en circulación, y en su reverso se veía una molécula de ADN, destacando el peso de la genética argentina en la restitución de identidades.
En nuestras redes sociales realizamos una encuesta donde nuestros seguidores compartieron las personalidades relacionadas a la ciencia y que no podrían considerarse en el caso de un diseño nuevo. Entre ellos se encontraban Luis Leloir, Bernardo Houssay, René Favaloro, la viróloga Andrea Gamanirk, Julieta Lanteri, médica, primera sufragista y luchadora por los derechos de las mujeres. Y de hecho hubo un diseño tentativo en el que esta última compartía el lugar junto al médico Ramón Carrillo: otro de los billetes que no fueron.
Sería interesante que algún futuro no muy lejano se considere resaltar alguna personalidad relacionada con la ciencia argentina, dado que elles también construyeron nuestra historia.