Con la excusa del Día del Libro nos juntamos a hablar de la lectura. Primero empezamos con la visita de Dani y Juli a la última edición de la Feria del Libro y expresamos nuestro amor al libro “objeto”... ¡aunque algunos de nuestros libros favoritos hayan terminado un poco maltratados!
Por otro lado, charlamos de las lecturas que más nos marcaron, como ya veremos, metafórica o literalmente.
Para comenzar este recorrido hablamos de los libros de nuestra infancia. Fuimos de las grandes pasiones compartidas por casi todes les niñes, como los dinosaurios y la astronomía, hasta los animales autóctonos en cuentos de autores argentines.
Daniel durante el jardín y primaria, leyó la colección “El Osito Sabe”, enciclopedias y atlas de astronomía. Ale también leyó “El Osito Sabe” pero como mamá. Durante su niñez vivió el auge de la astronomía con las misiones Apolo, y recuerda la popularización de los productos audiovisuales sobre astronomía y naturaleza.
Alesita empezó con libros sobre dinosaurios, y en la primaria leyó autores como Gustavo Roldán u Horacio Quiroga, sus cuentos de la selva donde se juntaban el mundo humano y animal. Ana se interesó por libros ilustrados sobre exploración espacial y dinosaurios que fueron el puntapié para entrar al mundo de los documentales.
A medida que fuimos creciendo también cambiaron nuestros intereses… aunque todos seguimos siendo un poco nerds. Durante la adolescencia los integrantes de esparCiencia cayeron en la ficción
Alesita en autores latinoamericanos como Cortázar o Borges. Ale, gracias a la currícula del colegio, se encontró con ciencia ficción como Bradbury o Asimov, y eso la entusiasmó mucho por la ciencia. Por otro lado a Ana nunca la atrajeron los futuros imaginados de la ciencia ficción, tan distintos del presente real. En cambio a Alesita y Daniel les parece interesante el contraste, y Ale piensa en otros mundos posibles.
Julieta menciona cómo los libros la atraparon, tanto la literatura fantástica como la de ciencia ficción, desde García Márquez hasta Bradbury, pasando por Tolkien. Lo importante es que “te transporten a cualquier lado” y todo lo que el libro puede generar en tu cabeza. Alesita destaca el realismo mágico latinoamericano y el afro-surrealismo para lidiar con la extrañeza de la subalternidad. Daniel se anima a pensar a algunos personajes de ficción como científicos, en su intento de entender el mundo.
Con la adultez empezamos a consumir libros en otros idiomas y con otras plataformas. En muchos casos leímos sobre nuestros temas de estudio, pero también encontramos cómo fuimos influenciados por la lectura para decidir rumbos.
Alesita menciona a biólogos como Richard Lewontin, Richard Levins o Stephen Jay Gould, escritores que la influenciaron como científica y a los que homenajeó con notas en esparCiencia por su importancia como científicos y divulgadores. Daniel leyó los libros de Paenza que lo incentivaron para buscar otros autores como Pablo Amster y leer más sobre matemática: libros de divulgación, ensayos, novelas y hasta un cómic relacionado con su carrera que también marcaron su camino. Julieta destaca cómo al final su afición a las aves (¿y por qué no mencionar entre los libros a las guías de observación?) se fue cruzando con el estudio para llevarla por el rumbo de la ecología.
Ana reafirmó su elección de carrera leyendo a Ernst Mayr, aunque sí cambió sus ideas sobre la vida extraterrestre (¡algo de lo que ya hablamos en el Potus Cuántico!). Ale fue la que pegó el mayor volantazo: de estudiar física se cambió a biología muy influida por la lectura de biografías de biólogxs que impactaron en la sociedad.
Llega el turno de hablar de comics. Juli menciona la tiendita del horror. Alesita hace referencia a El Eternauta, libro que la marcó en este caso de forma literal…
Cerramos hablando de libros pendientes:
Daniel tiene que leer El origen de las especies de Darwin y El discurso del método de Descartes.
Ale tiene pendientes libros del historiador Noah Harari.
Ana tiene que leer a Stephen Jay Gould.
Alesita tiene pendientes libros de científicos del pasado.
Julieta quiere leer Einstein para perplejos y releer Los árboles mueren de pie, de Casona.
No importa que sea en libro físico, en la computadora, en lector de ebooks… hay que aprovechar los fríos para tirarse con un café, té o mate a leer un rato.
