Fuente: esparCiencia
Hoy hablamos de Brasil y Serbia, que se disputaron un partido el día 22. Un dinosaurio robado y un inventor al que... bueno, también podemos decir que "le robaron" un poco. ¡Acompañanos!
Ubirajara jubatus: descolonializando la paleontología
Como mencionamos en nuestro Potus sobre “ciencia parásita”, además de objetos existen numerosas muestras biológicas (incluyendo restos humanos) que han sido apropiadas y aún no restituidas. Brasil ha luchado hasta hace poco por su dinosaurio Ubirajara jubatus, o mejor dicho los fragmentos del mismo que se encuentran en un museo alemán. Aunque los investigadores alemanes dicen haberlo adquirido legalmente, en el año 1995, momento en que lo sacaron del territorio brasileño, ya regía una normativa que prohibe la venta de fósiles.
El dinosaurio centro de esta polémica es, además, muy especial: fue el primero no aviar con plumas hallado en el hemisferio sur. Eso hizo destacado este caso, pero cabe aclarar que no es el único, y que no se sabe exactamente cuántos especímenes de distintas especies han sido apropiados de forma ilegal por países de Europa.
Mientras tanto, el museo acordó devolver el ejemplar, luego de haber originalmente sugerido que era mejor conservarlo en un museo en el que supieran cuidarlo bien. Todo un caso de colonialismo científico en que, gracias a la lucha de los investigadores de Brasil, se hizo justicia.
Tesla: un poco loco, del todo adelantado
Cuando hablamos del pasado de regiones tan conflictivas como los balcanes es un poco difícil atribuir nacionalidades. Nikola Tesla nació en terreno hoy correspondiente a Croacia y no a la República de Serbia, en un momento en que la zona estaba bajo dominio del Imperio Austríaco. Por supuesto, las fronteras eran otras y cabe preguntarse qué tanto sentido tiene discutir nacionalidades, pero eso no impide que Serbios y Croatas actuales se tiren de las mechas al respecto. Dado que tanto su padre y madre adherían a la iglesia ortodoxa Serbia, podríamos ponerlo dentro de este grupo sin dejar de destacar que las nacionalidades son complicadas…
La cuestión es que luego de mucha discusión tenemos que decir que Tesla realizó la mayor parte de sus aportes en Estados Unidos, donde vivió desde sus 28 años. Aunque empezó trabajando para la compañía de Edison pronto tomó vuelo propio en sus inventos. Así fundó la Tesla Electric Light & Manufacturing que tuvo una cortísima vida de 2 años, cuando sus inversores cortaron relaciones por no acordar con sus planes
De ahí en adelante buena parte de sus inventos involucraron conflictos de todo tipo. Que los inversores comprasen o no las patentes de sus inventos dependía mucho del fluctuante mercado financiero; pero además Tesla no era ningún bobo y todas sus creaciones eran codiciadas por el mercado de la energía eléctrica y por las grandes empresas en general, para hacer sus procesos más eficientes y baratos. Eso lo ponía en peligro de que sus ideas fuesen apropiadas o replicadas por alguien más antes de que pudiera venderlas. Pero no sólo de electricidad vive el hombre: Tesla también se dedicó a los rayos X, intentó crear un generador de ozono, o controladores remotos para aparatos que usaban ondas de radio. Sin duda el más pintoresco fue un aparato creado para comunicarse con seres del espacio, al que bautizó Teslascopio. Tesla dijo haber recibido señales de Marte, tema sobre el que la comunidad científica reaccionó escépticamente. Lejos de tratarse de mensajes alienígenas, parece ser que Tesla fue el primero en detectar las ondas de radio emitidas por nubes de gases interestelares de las Gigantes Rojas. En eso, nuestro inventor estuvo muy por delante de su tiempo.
Pese a su creatividad y prolificidad, Tesla fue menos conocido o exitoso que otros, que lograron llegar a los mercados con sus ideas de una forma en que él no pudo en su vida, muchas veces por no haber conseguido inversores. En particular vivió siempre a la sombra de Thomas Edison, con quien sostuvo lo que se llamó “la guerra de las corrientes”: mientras Edison abogaba por la corriente contínua, Tesla optaba por defender un sistema de corriente alterna. La “guerra” no tiene el nombre mal puesto, e incluyó algunas jugadas sucias de Edison para desacreditar a Tesla. Finalmente los reconocimientos fueron en gran medida para Edison, dados sus contactos, su lugar ya establecido en el mercado de la energía y (admitámoslo) las crecientes “excentricidades” de Tesla, que lo llevaron a encajar perfectamente con el estereotipo de científico loco. Nada más lejos de lo que quiere un inversionista.
Como tantos otros, no fue debidamente reconocido en su tiempo y tal vez sea una cruel ironía que uno de los pocos premios que recibió haya sido la medalla Edison. Al menos luego de su muerte se recuperó su figura y su genio, y llevan su nombre planetas, un cráter en la luna y nada menos que la unidad de inducción magnética: un honor que reivindica su lucha por el sistema de corriente alterna.