Del aula a órbita
Si todo marcha de acuerdo al plan, mañana jueves 13 se estaría lanzando desde Cabo Cañaveral un cohete Falcón 9 de la empresa Space X que llevará, junto otros satélites, un pequeño proyecto argentino, nacido del trabajo de un profesor de escuela media y sus alumnos. El picosatélite San Martin mide solamente 10x10x5 cm y se espera que sea el primero de una "constelación" de decenas de satélites que se denominará Libertadores de América. La constelación brindará conectividad a áreas remotas donde es difícil y/o costoso proveer conexión de internet por vía terrestre, un servicio clave en un territorio extenso y a veces tortuoso como el de nuestro país.
Los satélites pequeños (existen varias categorías, dependiendo de sus dimensiones) representan una excelente oportunidad para contar con este tipo de servicios a un costo accesible para instituciones públicas y startups. En este caso el proyecto se desarrolló en el marco de la materia Electrónica Aplicada de la Escuela de Educación Técnica Número 5 de Mar del Plata a través de su profesor, Alejandro Cordero.
Observando los cielos más autrales
Próximamente se estará agregando una página más a la ya centenaria historia de nuestro país en el continente Antártico ya que se encuentra en plena construcción el Observatorio Robótico Argentino. La instalación, ubicada en la Base Belgrano II, albergará un telescopio de 50cm de diámetro provisto por el Observatorio de San Juan, que será albergado en una estructura con base de hierro galvanizado y una cúpula de fibra de polietileno. El telescopio podrá ser controlado de manera remota por investigadores en territorio continental.
La Antártida provee condiciones ideales para la observación astronómica ya que cuenta con algunos de los cielos menos contaminados del planeta y debido a su ubicación, presenta una perspectiva poco habitual de los cuerpos celestes que nos rodean. También contribuye por su puesto, la noche polar, que en la región de la base dura cuatro meses.
Varios países ya cuentan con observatorios de distinto tipo en sus bases antárticas pero varios de ellos se encuentran sobre la capa de hielo del continente blanco. A pesar de ser de un gran grosor, estar sobre esta capa implica que el observatorio está sometido a movimientos que los observatorios construidos en tierra no sufren. El Observatorio Robótico Argentino, ubicado a 1300 km del polo sur, será el más austral construido sobre base de tierra.
Rumbo al continente blanco
Ayer martes 11 zarpó del Puerto de Buenos Aires el Rompehielos ARA Almirante Irízar en el marco de la campaña antártica de este año. De la misma forma que en la anterior temporada, tripulantes e investigadores que estarán a bordo debieron extremar los controles y someterse a un aislamiento para no correr el riesgo de transportar covid a la Antártida.
El buque zarpa con sus bodegas y frigoríficos cargados de insumos y alimentos para reaprovisionar a las bases antárticas. Su misión incluye también el recambio del personal militar en esas bases y el traslado de investigadores para realizar sus labores tanto en el continente blanco como en distintos puntos en el trayecto.
Buenas nuevas para los psiconautas canadienses
En la misma línea que varios países (incluyendo el nuestro) están siguiendo con el uso del cannabis medicinal, el Ministerio de Salud de Canadá anunció que los psicodélicos estarán disponibles para uso terapéutico. El acceso depende de un programa que permite a profesionales de la salud prescribir a sus pacientes terapias aún no aprobadas para su uso masivo. Seguramente este cambio refleja el aumento en la literatura científica sobre los beneficios de la terapia psicodélica (principalmente con los llamados “hongos mágicos”, LSD o MDMA) sobre ciertas patologías. Estas drogas, ahora calificadas por la FDA como posibles “terapias revolucionarias”, constituyen una promesa para pacientes resistentes a otros tratamientos, y muchos creen que pronto serán mucho más accesibles, tal vez incluso para su uso recreativo.
