Este nuevo episodio comenzó con una inquietud que nos trajo Daniel, ¿Existió un impacto ambiental como consecuencia de la construcción de Machu Picchu?
De a poco fuimos construyendo la idea de lo que significa el impacto ambiental y el papel protagónico del ser humano desde las primeras civilizaciones. Discutimos si el solo hecho de estar vivo genera un "impacto". Acaso estas modificaciones sobre nuestro ambiente, ¿son necesarias? ¿inevitables? ¿reversibles?
La introducción de especies exóticas lleva la etiqueta de gran generadora de impacto ambiental, pero ¿qué ocurre cuando las consecuencias de nuestras acciones son impredecibles o inesperadas? ¿Dependerá si el efecto es reversible o irreversible? ¿Existe el impacto positivo?
Dos ejemplos surgieron de repente, el recambio de las aguas de lastre de los barcos y de la presencia de castores en el sur de Argentina.
Volvimos sobre el tema del impacto ambiental producido por las primeras civilizaciones. La Isla de Pascua es uno de los ejemplos más llamativos del uso extremo de los recursos. También mencionamos el caso de la Cueva Chauvet, descubierta a mediados de los 90 que contiene gran cantidad de huesos de animales y pinturas rupestres de Neandertales que datan de más de 35.000 años.
Inevitablemente hablamos de los intereses políticos y económicos detrás del los efectos antrópicas sobre el ambiente, donde muchos países con solvencia económica son capaces de exportar su impacto a otros lados, desde llevar sus fábricas para que utilicen los recursos ajenos, hasta exportar la basura que generan.
El progreso del ser humano está inevitablemente asociado al uso de los recursos naturales, en el caso de la agricultura, el cultivo del arroz produce un impacto poco predecible en sus inicios, que es la generación de metano que se libera al ambiente por las bacterias que crecen en los humedales creados para su cultivo. Pero a su vez es el cereal más consumido en el mundo siendo la base de la gastronomía de muchos países.
Entonces, ¿cómo llegamos hasta aquí? ¿Debemos ser más críticxs de nuestra propia existencia? ¿Cuán difícil es cambiar las costumbres? y en caso que sea posible, ¿será demasiado tarde?
La pandemia atrasó muchas discusiones, simplemente no había tiempo para hablar del ambiente. Pero la buena es que en los últimos años las temáticas ambientales se han filtrado timidamente en la agenda de las grandes potencias. Sabemos que no es suficiente, el momento es hoy.
