¡Esta semana los invitamos a saborear la historia del helado, una comida con mucha química! Les contamos en este semanario sobre la misión DART de la NASA que nos ayudará a estar protegidos en el futuro de posibles colisiones con asteroides y les contamos el caso de una argentina que se curó de HIV sin intervención médica.
Helado, un postre con mucha química
El jueves 25 de noviembre en Argentina se celebrará la noche de las heladerías. Oportunidad para saborear un buen helado y aprovechar los grandes descuentos que ofrecen las heladerías para todas las personas amantes de este postre único que nos acompaña desde la niñez.
Resulta complicado desentrañar la historia detrás de este popular invento. Varios se lo adjudican y algunas leyendas acompañan su origen. Resulta que la Biblia menciona el uso de nieve agregada a la leche de cabra para refrescar a un Abraham caluroso. También por el siglo I, Nerón utilizaba en sus banquetes nieve con miel para agregar a las frutas en las épocas de mucho calor. Pero claro que lejos de parecerse al cucurucho de hoy en día, agradecemos la tecnología avanzada a la producción de helados artesanales, dónde la química y física aportaron las bases necesarias para su desarrollo.
Dentro de la industria alimenticia el uso de nitrógeno (N2) y/o dióxido de carbono líquido resulta muy útil para la preparación, conservación y traslado de los alimentos. El helado es uno de ellos. Durante su elaboración luego de mezclar la mayoría de los ingredientes necesarios, se agrega N2, que se encuentra ligeramente por debajo de los -195° C (muuuy frío). Lo fabuloso de esto es que cuando la temperatura es inferior al punto de congelación, la velocidad de crecimiento de los microorganismos disminuye rápidamente. Claramente, el producto está muy frío pero además se reduce drásticamente el contenido de humedad, evitando por un lado que se formen cristales de hielo que puedan dañar el material y por otro, evitando que los microorganismos se reproduzcan.
Esto genera que el helado se endurezca, alcance su punto de cremosidad irresistible al paladar, aumente su durabilidad y permitiendo así, su conservación por más tiempo. Por eso, la próxima vez que compren un helado piensen que somos afortunadxs de no vivir en la Roma antigua, salvo si fueses Nerón...
#afadhya
Una misión de película
Mañana 24 de noviembre la NASA espera lanzar la misión DART, un proyecto digno de una película hollywoodense que busca poner a prueba uno de los métodos para proteger nuestro planeta de posibles impactos de asteroides.
Siempre afecta a los acrónimos, la NASA denominó a la misión DART, dardo en inglés pero además Double asteroid redirection test, es decir, Test de Redirección de Asteroide Doble, ya que su objetivo será intentar redireccionar el movimiento de un pequeño cuerpo denominado Dimorphos, que orbita alrededor del asteroide Didimos. Esto se lograría mediante el choque de la sonda con Dimorphos a alta velocidad, una técnica muchas veces representada en la ficción pero sin precedentes reales.
La misión funciona entonces como una prueba de concepto, para evaluar el posible uso de una técnica similar ante el acercamiento de un asteroide a nuestro planeta, que la comunidad científica estime en alto riesgo de colisión. La sonda no tiene otros objetivos científicos por lo que los pocos instrumentos que lleva a bordo son los necesarios para direccionar y evaluar su impacto.
Unida a ella viajará un diminuto orbitador de la agencia espacial italiana (comparable con los populares pequeños satélites en órbita en nuestro planeta) que se separará 10 días antes de la colisión y orbitará Dimorphos para registrar imágenes y de ser posible evaluar el polvo desprendido por el choque.
Durante el viaje hacia el asteroide doble, que demandará 11 meses, la NASA aprovechará para poner a prueba un nuevo sistema de propulsión que podría otorgar a futuras misiones una mayor flexibilidad en sus fechas y otras variables astronáuticas.
¿Mujer argentina se cura del VIH?
El martes 16 el mundo se enteró de un caso de supuesta cura del VIH en una paciente argentina que incluso sin tratamiento antiviral lleva 8 años de testeos negativos. Este fenómeno, en que deja de detectarse el virus en un paciente sin necesidad de medicación, sólo se había reportado una vez antes. En casi la totalidad de los pacientes permanecen “reservorios” del virus que se reactivan si éstos dejan las drogas antirretrovirales. Aunque no se puede descartar que existan células infectadas en el cuerpo de la mujer argentina, un minucioso análisis no las ha detectado.
Varios de los autores del artículo, y particularmente la primera autora, son argentinos y pertenecen a instituciones como CONICET y la Universidad de Buenos Aires: este dato, por desgracia, no fue debidamente reconocido en todos los medios que comunicaron la noticia. Ellos seguirán trabajando junto a la paciente que aceptó seguir donando muestras de sangre y, luego de dar a luz por segunda vez, de leche materna, para determinar si también se encuentra libre del virus.