Una fiesta para la astronomía

Por Ana Carolina Zelzman

Publicado el 15 Julio 2022 08:30

Tiempo de lectura: 6 minutos.

El martes la NASA realizó la "presentación en sociedad" de las primeras imágenes de valor científico del Telescopio Espacial James Webb (las anteriores habían sido imágenes de calibración de los diversos sensores).


Pero este evento es mucho más que eso para la agencia espacial estadounidense. Se trata de una demostración de sus capacidades técnicas y un fuerte anuncio de relaciones públicas. Aún con los recortes presupuestarios que la institución puede sufrir según los vaivenes económicos, políticos y militares de su país, sigue siendo la agencia espacial más poderosa y esto queda en evidencia una vez más con la presentación realizada ayer. Con las cinco imágenes elegidas, el equipo de la misión busca mostrar las amplias capacidades del telescopio para estudiar los mayores enigmas de la astronomía actual y continuar a la vanguardia de la ingeniería y la investigación.

En la primera imagen se observa un campo amplio de estrellas y galaxias centrado en el cúmulo de galaxias SMACS 0723. La gravedad del cúmulo genera una distorsión en las imágenes de las galaxias que están por detrás, deformando su aspecto. Esta imagen muestra algunas de las galaxias más antiguas jamás registradas, ubicadas a menos de mil millones de años luz del Big Bang. Vale aclarar que conseguir esta imagen tomó al James Webb tan solo algunas horas, mientras que el llamado Campo Profundo del telescopio espacial Hubble necesitó de una exposición de semanas.

En esta imagen, al igual que en algunas de las que se publicaron correspondientes a la etapa de calibración, se observan los objetos más brillantes, rodeados de haces de luz de 6 u 8 puntas. Este es un efecto producido por la forma en la que el telescopio detecta la luz. Es un fenómeno conocido y que se repite en otros telescopios espaciales. Aunque se podría procesar la imagen para eliminarlo (al menos en su mayor parte), es un paso que no solamente no es necesario sino que es incluso contraproducente: debido a que se conoce perfectamente cómo se producen, las características de los haces en cada foto son también una fuente de información sobre el cuerpo observado.

La siguiente imagen es en realidad un perfil espectral de un exoplaneta a aproximadamente 1000 años luz. Esto significa que el telescopio fue enfocado hacia la estrella que el planeta orbita para observar su paso por delante del astro. Al atravesar la atmósfera del planeta, parte de la luz de la estrella es absorbida y parte no. Esta técnica permite detectar qué longitudes de onda pasan la atmósfera y así identificar cuál es su composición. De esta manera el equipo de investigadores pudo inferir la presencia de vapor de agua en la atmósfera de un planeta extrasolar con una corta observación de este potente telescopio. Esta es una función para la cual el James Webb no fue diseñado pero su lanzamiento se postergó tantas veces que en el interín la investigación sobre exoplanetas avanzó lo suficiente como para que este proyecto se volviera valioso.

La tercera imagen es una muerte estelar, otro fenómeno que la comunidad científica venía esperando para poder estudiar en más detalle. Para ello se seleccionó la Nebulosa del Anillo del Sur, un cuerpo ya muy conocido por profesionales y aficionados pero que adquirió impresionantes niveles de definición con el Webb. En ella se observan las sucesivas capas de gas que la estrella moribunda ha ido emitiendo a medida que su combustible se va agotando. De hecho, estrictamente hablando, se trata de dos estrellas ya que es un sistema binario, algo que los investigadores sabían por su dinámica pero que nunca habían podido observar tan claramente como en la imagen actual.

La cuarta foto es un grupo de 5 galaxias, de las cuales 4 que se encuentran en un proceso de fusión. Enfocando en distintos puntos y tomando información de distintas longitudes de onda es posible ver la distribución de los cuerpos que forman cada una de las galaxias dando muchísima información sobre cómo funciona un choque de objetos a esa escala.

La quinta imagen (la que encabeza esta nota) retrata la Nebulosa Carina, una fecunda "nursery" estelar, ubicada en nuestra propia galaxia, a una distancia de 1700 años luz. La luz infrarroja en la que se especializa el James Webb permite "espiar" más allá de las capas más superficiales de gas de estas estructuras permitiendo detectar más detalles de los que podían observarse en las imágenes del Hubble (especializado en luz visible). De esta forma se puede estudiar más en detalle el nacimiento de estrellas que ocurre dentro de la nebulosa.

Esta fue una fiesta para la astronomía pero es solo el comienzo. El Telescopio Espacial James Webb promete ser un digno sucesor del venerable Hubble, un instrumento que revolucionó sustancialmente la disciplina además de brindar bellísimas imágenes para todo el público. La NASA conoce el aprecio que la gente tiene por este tipo de fotografías y sabe el valor que el apoyo del público puede significar para una misión espacial por lo que además de presentar una transmisión llena de los más modernos recursos mediáticos, puso estas cinco fotos a disposición de cualquier persona que desee bajarlas, de la misma forma que ocurre con la mayoría de las del Hubble y el resto de sus misiones científicas.

Las imágenes se pueden explorar y bajar en el sitio de la agencia.



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