Fuente: Kelvinsong

No paren el mundo que no me quiero bajar

Por Ana Carolina Zelzman

Publicado el 24 Enero 2023 19:00

Tiempo de lectura: 4 minutos.

Si sigo con estas noticias esto se va a convertir en un blog de indignada.  


Intentando informarme mientras desayunaba me encontré con un titular de un diario desconocido: "El nucleo de la Tierra se frenó y comenzó a girar en sentido contrario". El resto de mi feed estaba en silencio respecto a esta noticia que aparentemente significaba la cercanía del apocalipsis, lo cual me hizo evitar leerla. Mi conclusión fue: "Esto es una conspiranoia o un error. Sea como sea, si es algo importante debería replicarse".  

Horas más tarde llegó esa replicación, con la usual metodología de copy/paste de los medios online, en todas las páginas prácticamente lo mismo. Y después de eso como el tsunami después del terremoto, llegaron los memes.  

No me malinterpreten, algunos memes son geniales pero me resultó inevitable seguir descreyendo de los titulares y preguntarme que estaba pasando. 

A mi rescate llegó un youtuber (si un youtuber). Aldo Bartra es un creador de contenido de comunicación científica con varios canales en la plataforma. A pesar de haber cometido algunos pequeños errores aquí y allá a lo largo de su trayectoria, lo sigo porque suele explicar de manera muy clara conceptos complejos y suele ser de los primeros – por lo menos en nuestro idioma – que responden a este tipo de noticias con un análisis serio (aunque sin perder el buen humor). Esta noticia no fue la excepción.  

"¿Dr. Cocoon, diría que es momento de entrar en pánico?" "Yo diría que no Kent".

El video de Aldo y este hilo de @geologoenapuros lo van a explicar mucho mejor que yo pero para aquellas personas interesadas pero apuradas (o en apuros) les dejo mi humilde resumen.

Todo surge de un paper publicado en el más reciente número de la revista Nature Geoscience. Por lo tanto, siempre vale volver a resaltarlo, se trata de un trabajo que seguramente lleva años preparándose o al menos implica años de datos. No es un evento que esté ocurriendo en este preciso instante solamente.

En ese paper, dos sismólogos de la Universidad de Pekín usaron los registros de ondas de muchos terremotos para estudiar el movimiento del núcleo de nuestro planeta en relación a la corteza. Como obviamente no podemos llegar al centro de la Tierra más que en la ficción, estudiar las ondas sísmicas es la forma más habitual que tenemos de saber que está pasando en el interior de nuestro planeta.

La conclusión a la que llegan los investigadores es que el núcleo de hierro del planeta ha desacelerado su velocidad de giro relativa respecto a la corteza. La consecuencia de esa disminución en la velocidad es que respecto a un punto en la corteza, su correspondiente en lo profundo del planeta parece estar girando en sentido contrario. Es un efecto similar al que percibimos por ejemplo cuando vamos en tren y un auto circula por la ruta de manera paralela y a la misma velocidad. Si el auto comienza a bajar su velocidad da la impresión de que empieza a moverse en sentido contrario.

Los investigadores plantean que este cambio en la velocidad relativa del núcleo se va a revertir – es decir va a acelerarse nuevamente – y que se trata de un ciclo que viene repitiéndose. Estos cambios podrían tener un efecto infinitesimal en la duración del día y en el clima del planeta. Pero como dice el hilo de twitter que cité antes, son cambios imperceptibles en nuestra vida diaria.

Recordemos que el núcleo de nuestro planeta es de hierro y es el responsable de nuestro campo magnético, una de las barreras que nos protegen de los efectos nocivos del sol. Una alteración suficiente de su dinámica podría dar lugar a un cambio demasiado importante como para no haberse notado hasta ahora.

Esto me lleva al segundo motivo de mi indignación: esta noticia no debería ser una oportunidad para los negacionistas del cambio climático. Aún si este cambio en la velocidad relativa del núcleo pudiera tener un efecto sobre el clima de nuestro planeta, las consecuencias de nuestras acciones siguen teniendo peso. Las emisiones de dióxido de carbono, metano, etc. siguen existiendo. De hecho,  ¡se estarían sumando factores de cambio!

Lo interesante es que el movimiento del núcleo – o más precisamente de la parte interna del núcleo – es motivo de debate entre los geólogos hace décadas. Este trabajo ha venido nada más a aportar su granito de arena al conocimiento de esta dinámica. Insisto de nuevo con lo dicho en mi anterior publicación: la ciencia avanza a pasos incrementales y este solo es uno más.

Así que, por más que nos encanten las noticias apocalípticas, en esta ocación, a respirar profundo y seguir con nuestras vidas... aunque yo por las dudas me voy a ir stockeando café y chocolate.

Editado el 25/1: Vale la pena destacar que hoy varios medios argentinos e internacionales comenzaron a replicar las críticas a los titulares apocalípticos y consultaron a expertos para que explicaran las implicancias de esta investigación. Sin embargo la autocrítica por haberse sumado a la ola de clickbaits brilla por su ausencia.



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