Las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares constituyen en conjunto la principal causa de mortalidad: aproximadamente una de cada tres muertes en Argentina y en el mundo. Estas son las nuevas recomendaciones emitidas por un grupo de especialistas del comité de servicios preventivos de salud de los Estados Unidos sobre el uso de la aspirina para prevenir estas patologías.
Esta semana el comité de servicios preventivos de salud de los Estados Unidos integrado por un grupo de destacados expertos en enfermedades cardiovasculares hizo pública una recomendación sobre el uso preventivo de la aspirina. Esta droga es más conocida como un analgésico, pero también es capaz de inhibir la formación de coágulos de sangre que pueden bloquear las arterias. El consumo regular de aspirina en bajas dosis (81 a 100 mg diarios) o aspirina infantil es recomendado por los médicos para prevenir ataques cardíacos y accidentes cerebro vasculares.
Una reciente revisión de resultados obtenidos en estudios clínicos sobre uso de este fármaco realizados en pacientes a los cuales se les administraba regularmente bajas dosis llevó a modificar las recomendaciones para su utilización debido a que aumentaba el riesgo de hemorragias, (especialmente en el tracto digestivo y el cerebro) y que dichos peligros aumentan con la edad. Según este informe los adultos con alto riesgo de enfermedades cardiovasculares se arriesgan a efectos secundarios graves que superan con creces el beneficio de un régimen diario de esta droga considerada hasta ahora como un arma extraordinariamente barata utilizada en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares.
La recomendación emitida por los especialistas indica que los médicos ya no deberían recetar de forma rutinaria un régimen diario de dosis bajas de aspirina a la mayoría de las personas con alto riesgo de sufrir un primer ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Esta droga debería ser utilizada solamente en las personas de 60 años o menos para las que un nuevo régimen diario de este analgésico suave podría ser una herramienta para prevenir un primer episodio de estas patologías. Específicamente, señalaron que puede haber un pequeño beneficio para los adultos de 40 años que no tienen riesgo de hemorragia y a su vez para los mayores de 50 años, el panel suavizó el consejo indicando que la evidencia del beneficio es menos clara. Por otro lado, este comité desaconseja enérgicamente que las personas de 60 años o más empiecen a tomar una dosis baja de aspirina, basados en la preocupación por el mayor riesgo de hemorragias mortales relacionado con la edad. Finalmente, señalan que quienes ya están tomando aspirina consulten con su médico sobre cómo continuar sus tratamientos haciendo hincapié en que nadie deje de tomar su medicación sin indicación expresa y que definitivamente que no lo haga si ya ha tenido un ataque al corazón o un derrame cerebral.