La expedición que fundó la oceanografía

Por Ana Carolina Zelzman

Publicado el 9 Junio 2022 12:00

Tiempo de lectura: 2 minutos.

Ayer recordamos a Alvin, un submarino cuyos viajes aportaron y siguen aportando conocimiento para las ciencias del mar. Pero los vehículos marinos famosos y las expediciones oceanográficas no son solo cosa del presente. Siguiendo con nuestra celebración del océano y su ciencia hoy te presentamos al Challenger, un barco británico que exploró el mar alrededor del planeta y cuyo viaje más famoso se considera un hito fundacional de la oceanografía.


Fiel al estilo del imperio Británico, en 1872 partió de Portsmouth una expedición con fines científicos que terminaría realizando importantes descubrimientos y catalogando miles de especies. Más allá de las intenciones políticas detrás del financiamiento de este tipo de expediciones, el trabajo a bordo de esta nave, bautizada H.M.S. Challenger terminó sentando las bases de la ciencia que se dedica a estudiar el océano.  

A lo largo de cuatro años, el Challenger recorrió 127.580 km alrededor del mundo. Durante ese tiempo su tripulación relevó especies y realizó mediciones con técnicas que obviamente se fueron modernizando, pero que al día de hoy continúan en uso en las campañas oceanográficas. El buque fue equipado con los instrumentos más modernos para su época: laboratorios con microscopios e instrumental químico, dragas para la toma de muestras, termómetros, recipientes para recolectar agua e instrumentos para la medición de la profundidad.  

Entre los principales descubrimientos del Challenger podemos destacar algunos tan trascendentales que hoy en día son parte de la educación formal de la mayoría de las personas. 

  • Encontró evidencia de la relación (hasta entonces sólo hipotética) entre la temperatura del agua y el movimiento de las corrientes a nivel planetario 
  • Estudio la topografía (relieve) de los fondos marinos con el objetivo de establecer rutas para el tendido de los primeros cables telegráficos transoceánicos. 
  • Descubrió el llamado abismo del Challenger, un punto del Océano Pacífico con una profundidad medida en ese momento en más de 8000 metros y actualmente corregida a más de 10.000. Hoy en día sabemos que el Abismo del Challenger es parte de la Fosa de las Marianas, el punto más profundo del océano en todo el planeta. 
  • Recogió miles de especímenes entre los que se contaron 4000 especies nunca antes registradas. 
  • Determinó fehacientemente la existencia de la dorsal mesoatlántica, la región elevada del fondo de ese océano que seguramente muchas personas identifican por haber visto en mapas escolares. Se necesitaron varias décadas más para entender la topografía de ese relieve y su origen, principalmente gracias al trabajo de la geóloga estadounidense Marie Tharp, pero las mediciones del Challenger fueron la base empírica necesaria para comprender la naturaleza del fondo océnico.  

Esta expedición es considerada tan valiosa para las ciencias del mar y para la investigación en general que muchos otros vehículos, instituciones y hasta especies llevan su nombre (Entre ellas el malogrado transbordador espacial Challenger).  

 



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