Fuente: esparCiencia

Ciencia Mundial: Suiza vs. Camerún

Por espar Ciencia

Publicado el 28 Nov. 2022 16:00

Tiempo de lectura: 4 minutos.

El 24 se enfrentaron Suiza y Camerún y hoy traemos su capítulo de Ciencia Mundial. Por parte de Suiza una familia de inventores y exploradores extremos que parece salida de una historia de ciencia ficción y por parte de Camerún una investigadora decidida a enfrentar un síntoma poco conocido del SIDA. 


Una familia aventurera

Aún si no te gusta la ciencia ficción seguramente te suena el nombre de Jean-Luc Picard, el inteligente capitán de la nave Enterprise en la serie Star Trek - La próxima generación. Para desarrollar ese personaje, el creador de la serie se inspiró en los gemelos Auguste y Jean Felix Piccard, integrantes de la que es prácticamente una dinastía de inventores y aventureros suizos.

Jean Felix, químico e ingeniero, desarrolló junto a su esposa Jeannette Ridlon los globos estratosféricos de plástico. Este material permitía reducir el peso del vehículo permitiendo nuevos récords de altitud. Posteriormente Jean Felix también desarrolló y piloteó uno de los llamados “globos múltiples”, formados por numerosas celdas que se pueden desinflar independientemente para controlar el descenso.

Su hermano August, físico, también se dedicó al desarrollo de globos, en particular globos de hidrógeno y al estudio de la alta atmósfera. Pero el invento más conocido de Auguste seguramente sea su batiscafo, un sumergible diseñado para transportar humanos a grandes profundidades en cuerpos de agua. La originalidad de su diseño radicaba en usar líquidos como dispositivos de flotación. A diferencia de los gases como el aire, los líquidos no cambian su flotabilidad con el aumento de la presión que genera sumergirse. 

Auguste Piccard y su copiloto Paul Kipfer con cascos artesanales. Fuente: Archivos Federales de Alemania

El hijo de Auguste, Jacques, siguió sus pasos. Estudió oceanografía e ingeniería y desarrolló varios vehículos marinos y equipamiento destinado a estudiar las corrientes oceánicas. Su logro más famoso fue la expedición del batíscafo Trieste, diseñado por su padre, que lo llevó junto a Don Walsh a llegar al fondo de la fosa de las Marianas, en un récord de profundidad que ningún humano volvió a alcanzar hasta 2012. El camino iniciado por los Piccard dio lugar a sumergibles que produjeron importantes descubrimientos científicos como Alvin.

El hijo de Jean Felix, Don Piccard, también se dedicó al diseño y exploración en globo. Incorporó al diseño de los globos las bandas de peso, componente que se sigue empleando al día de hoy y que mejoró considerablemente la seguridad de los vuelos. 

Jules Piccard, el padre de Auguste y Jean Felix fue un científico tal vez más “tradicional”. Habiendo estudiado química se dedicó al estudio de la química de los alimentos, aunque también participó de trabajos estableciendo las características atómicas del rubidio.

El batiscafo Trieste diseñado por August Piccard y piloteado por su hijo Jacques fue el primero de muchos sumergibles que rompieron records e hicieron importantes descubrimientos.

Reforzando una barrera contra el HIV

La historia del final del siglo XX en el continente africano está lamentablemente atravesada por el virus del SIDA, que causó - y sigue causando - estragos en su población. La dificultad de tratar el virus en general en cualquier parte del mundo se combina con las duras condiciones de falta de recursos e infraestructura que aún sufren muchas personas africanas. 

Estas dificultades son aún mayores para quienes sufren un síntoma poco conocido de la enfermedad, pero no por ello menos desolador: el HIV puede provocar dificultades cognitivas.

La investigadora camerunesa Georgette Kanmogne se destaca en el estudio de este aspecto de la infección y sus impactos en la sociedad, tanto en su actual lugar de residencia en Estados Unidos como en su tierra natal de Camerún. Uno de los principales problemas que busca sortear es que mientras que el virus y sus consecuencias pueden alcanzar fácilmente el sistema nervioso central, no existe hasta el día de hoy ninguna terapia para el SIDA que sea capaz de atravesar la barrera hematoencefálica. Esta barrera es un mecanismo fisiológico que impide la distribución en el cerebro de moléculas de ciertas características a través del sistema circulatorio que lo alimenta. Si bien este mecanismo cumple la función de evitar el acceso de toxinas y otras sustancias nocivas al sistema nervioso central, implica al mismo tiempo una dificultad para el acceso al cerebro de medicamentos infectados o ingeridos. 

Georgette fue la primera persona de su familia en asistir no solamente a la universidad sino incluso a la escuela secundaria. Luego de finalizar un Máster de Bioquímica en la Universidad de Yaoundé en Camerún, su carrera la llevó al Reino Unido y finalmente a Estados Unidos, desde donde actualmente continúa su trabajo investigando la relación entre el cerebro y el virus que causa el SIDA. 

Para poder llevar adelante esa investigación, Georgette y su equipo debieron primero poner a punto un método para evaluar las dificultades cognitivas generadas por la enfermedad en una región donde este síntoma no había sido estudiado nunca. Al mismo tiempo mediante técnicas moleculares, Georgette y su equipo descubrieron el mecanismo utilizado por el virus para sortear la barrera hematoencefálica y llegar al cerebro. La comprensión de este mecanismo es el paso inicial para el desarrollo de terapias que puedan bloquear la acción del HIV en los vasos sanguíneos del sistema nervioso central así como los efectos de inflamación que el virus produce en ese órgano.



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