Fuente: esparCiencia

Ciencia Mundial: Polonia vs México

Por espar Ciencia

Publicado el 22 Nov. 2022 16:00

Tiempo de lectura: 4 minutos.

¿Sabías que México es la cuna de una súper variedad de maíz usada contra la desnutrición? Además, te contamos sobre el polonio, el elemento químico descubierto por la polaca Marie Skłodowska-Curie y su esposo Pierre, y cómo fue usado como "herramienta" política.


México: Combatiendo la desnutrición grano a grano
El hambre y la desnutrición se pueden combatir desde muchos frentes. Evangelina Villegas Moreno decidió hacerlo desde la química del maíz. Sabiendo que en muchas zonas de su país y el mundo ese cereal es la base de la dieta, Evangelina, enfocó su carrera a reforzar sus valores nutricionales. En particular se centró en que contara con un gran contenido de lisina y triptofano, dos aminoácidos que el organismo necesita para construir proteínas y que en el caso de los humanos, el cuerpo no es capaz de producir por sí solo. 
Evangelina trabajo la mayor parte de su carrera en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) donde a través de cruzas estratégicas y cambios en las técnicas de cultivo, consiguió desarrollar junto a su colega Surinder Vasal, una variedad de maíz denominada “de alta calidad proteica” (QPM por sus siglas en inglés) que contenía el doble de triptofano y lisina que el maiz normal y al mismo tiempo no perdía su sabor. Al tratarse de técnicas previas a la edición genética, cada nueva variedad requería de ajustes cuyo resultado no siempre era predecible y debía ser evaluado. Por lo tanto Evangelina necesitó miles de horas de trabajo analizando hasta 25000 muestras en un año para llegar a la QPM. El desarrolló de la variedad culminó efectivamente en la década del 70 pero permaneció sin ser puesto a prueba por falta de fondos y porque los nutricionistas consideraban que existían mejores vías para incorporar proteína en las dietas pobres en ese nutriente.
En la década del 90 la calidad nutricional de la QPM fue puesta a prueba primero en cerdos y aves de corral y posteriormente en humanos en distintas regiones del mundo. Este trabajo llevó a Evangelina a renunciar al CIMMYT y convertirse en asesora de  Sasakawa Africa Associaton, una ONG que aboga por la mejora de las técnicas agrícolas en África. 
Actualmente se cultivan alrededor de 36000km2 de QPM en el mundo y continúa el desarrollo y mejoramiento de la variedad.
 

Evangelina con dos de los agricultores ghaneses que pusieron a prueba su maíz en los 90s. Fuente: CIMMYT

Polonia: El Polonio, la independencia polaca y la KGB

(Publicado originalmente en El Gato y la Caja)

En Julio de 1898, Marie y Pierre Curie descubrían un nuevo elemento metálico, muy inestable y por lo tanto difícil de aislar y estudiar. La única evidencia que tenían de que existía era su radiactividad. Lo nombraron polonio y la decisión de bautizarlo así fue una verdadera declaración de principios. En ese momento Polonia, como tal, no existía; estaba bajo dominio ruso, se le había cambiado el nombre y toda manifestación de su cultura y tradiciones era reprimida. De hecho, durante su adolescencia en Varsovia, Marie se había dedicado a enseñar a niños a leer y escribir en polaco, arriesgándose a ser deportada a Siberia. Con el descubrimiento −y la designación− del elemento que le valió su primer Nobel, Marie ponía la independencia polaca en el centro de la agenda internacional.

Por desgracia, el elusivo polonio se terminó cobrando varias vidas, entre otras −probablemente− la de la hija de Marie y Pierre, también científica y premio Nobel (qué familia, eh).

Un caso más reciente y documentado es el del espía ruso Alexander Litvinenko, ocurrido en 2006. Este desertor de la KGB vivía en el exilio en Londres desde que se negó a cometer un asesinato que le habían encomendado, y cada tanto denunciaba al gobierno ruso por pavadas como tráfico de drogas y redes de pedofilia. Pero you don´t mess with Putin: ahí mismo, en Londres, dos ex-compañeros de trabajo le condimentaron un té con un poquito de polonio. Con eso bastó. Litvinenko murió menos de un mes después, luego de que sus órganos fallaran uno a uno. Durante los pocos días de vida normal que tuvo antes de caer enfermo, dejó un rastro radiactivo en todos los lugares que visitó: o sea que, con toda su eficacia, el polonio no sería el elemento indicado para cometer el crimen perfecto.

Tranquilidad a la población: aunque sólo un gramo serviría para matar a unas 50 millones de personas, el polonio se desintegra rápidamente, está presente en la naturaleza en trazas y no representa un peligro. No hay nada que temer. A menos que estés en malas relaciones con la KGB.



Si querés colaborar con esparCiencia, ya podés “comprarnos un cafecito”. Será de gran ayuda para que podamos mantener el compromiso en la comunicación de la ciencia y la tecnología.

Invitame un café en cafecito.app