Flor de salame
Este año un científico francés se viralizó por una razón poco común. Étienne Klein, director de la Comisión de Energía Atómica del país galo, publicó en su cuenta de Twitter: “Una foto de Proxima centauri, la estrella más cercana al sol, ubicada a 4,2 años luz de nosotros. Fue tomada por el Telescopio James Webb. Este nivel de detalle… un nuevo mundo se revela día tras día”.
La foto era, en realidad, una rodaja de chorizo. Una hora después el físico volvió a tuitear: “De acuerdo a la cosmología contemporánea, ningún embutido español existe en ningún otro lugar que no sea la tierra”. Tal vez debería servirnos para hacer una reflexión sobre lo que sucede día a día con imágenes falsas, viralizadas y replicadas incluso por el periodismo sin ninguna verificación. Aunque la publicación generó algunos enojos y hubo quien pidió la cabeza del científico, sus palabras al respecto, lejos de asumir una culpa, fueron un llamado al escepticismo ante imágenes elocuentes. Lo que es seguro es que esta broma hizo quedar a más de uno como un salame
Conociendo el hábitat de Nemo
Este país que resulta ser la isla más grande dentro del continente más pequeño cuya tercera parte es desértica, posee una destacada historia de investigación y desarrollo de la ciencia oceánica.
El Instituto Australiano de Ciencias Marinas, AIMS por sus siglas en inglés, realiza investigaciones para el desarrollo sostenible ambiental acompañando el crecimiento económico en los océanos tropicales de Australia. Se involucra en la búsqueda de soluciones y asesoramiento para ayudar a preservar el patrimonio de su mar. Entre sus trabajos más destacados está la protección de los arrecifes de coral que han sufrido y siguen sufriendo el impacto del cambio climático. El monitoreo y toma de datos constantes les permite tener información sobre la salud de los arrecifes y de esa manera pueden generar modelos que permitan tomar decisiones más acertadas sobre la vida marina.
Los ecosistemas del arrecife de coral son complejos e intrincados laberintos de seres vivos y estructuras duras de carbonato de calcio que les sirve de soporte esquelético. Estos seres vivos, que forman parte del grupo de los cnidarios, del que también forman parte las medusas o anémonas, son carnívoros, se alimentan del zooplancton y además extraen el calcio disuelto en el agua de mar y lo solidifican, eso se transforma en un mineral duro típico de este ecosistema y que puede durar décadas. Este ambiente es el hogar de una gran diversidad de otros organismos, como los que aparecían en la película Buscando a Nemo!! Ellos solos albergan un 25% de la vida marina…. vaya si son importantes.
El cambio climático que en este caso se relaciona con el aumento de la temperatura de los océanos, sumado a la contaminación de los mismos, produce un blanqueamiento de los corales. Esto sucede porque en ellos suelen encontrarse algas que viven en simbiosis con los arrecifes, y brindan nutrientes esenciales para su desarrollo, además de darles coloración. Pero el aumento de la temperatura afecta a las algas, que lo abandonan produciendo su descoloramiento y así también su inevitable debilitamiento.
Aquí radica la importancia de la investigación de este ecosistema tan peculiar. No solo por la gran biodiversidad que contiene sino por el gran recurso que representa para las poblaciones que viven cercanas a él. Tal es la preocupación de su pérdida que las Naciones Unidas la incluyó en uno de sus ODS (Objetivos de Desarrollo Sustentable), cuyo objetivo es cumplir con la mejora de los recursos oceánicos para el año 2030.
